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Mostrando entradas de 2025

La verdad y el cuento.

El cuento revela la verdad que construyes con calma. El diálogo, la que aparece cuando no hay tiempo para esconderla. Ambas son tuyas. Solo que una habla más despacio.

SOBREMESA EN "el Bardo"

SOBREMESA EN      "EL BARDO"                         Relato de Pepe RAMOS Interior del restaurante "El Bardo", sobremesa, las copas están medio llenas, el café humea en la mesa. Suena música suave de fondo. Antonio y Carmen, matrimonio, Julián y Laura, amigos de años charlan tras haber comido el cocido de los jueves.] Antonio: (Se recuesta en la silla, suspira) No sé si seré yo... o los años, pero últimamente siento que estamos colgando de un hilo muy fino. Como si el país entero caminara sobre una cuerda floja. Carmen: (Y da un sorbo a su café) No eres solo tú, Antonio. Es que esto se tambalea por todas partes. Mira la justicia… parece que ya no responde a las leyes, sino a los intereses de quienes mandan. Julián: (Se ríe con ironía) ¿Y cuándo no ha sido así? Lo que pasa es que antes robaban con más elegancia, y ahora ni se molestan en disimular. El político que no roba es noticia. El que sí,...

Se puede respirar sin pedir permiso.

A pesar de todo aún se puede respirar sin pedir permiso                              Breve relato de Pepe RAMOS   A veces me despierto y tengo la sensación de que todo  tiembla. Y no sé si es por la edad, o por el mundo. Tal vez sean las dos cosas. La democracia que conocí ya casado y padre de familia, que nos ayudó a salir del miedo, hoy parece un barco sin timón movido  por el viento de unos intereses que no entiendo, o quizá no quiero entender. Los políticos hablan, prometen, se contradicen, y los jueces, que deberían estar por encima del ruido, terminan bailando al compás que les marcan desde los despachos.  Se ha perdido el pudor y la vergüenza. Ahora roban como el producto de los robos fuera parte del sueldo, piden perdón y  nos piden paciencia, insisten en que pensemos en el bien común. Nosotros… ¿qué hacemos nosotros?, miramos y callamos. Si acaso opinamos en voz baja. ...

Jacinta, la Jurafa poeta

 Jacinta la Jirafa Poeta.                         Un cuento de Gloria Fuertes Sus amigas le decían: —Jacinta, ven a jugar al escondite. Y ella respondía: —Estoy ocupada rimando “sandía” con “alegría”. Los elefantes reían: —¡Qué jirafa más rara! Pero Jacinta sonreía y seguía escribiendo en hojas de plátano. Un día escribió un poema tan bonito, que hasta las nubes se pararon a escucharlo: “No soy la más rápida, ni la más fuerte, pero mi cuello me sirve para ser más fuerte.” Y entonces, Julia —escucha bien, que esto es secreto—, apareció una niña con gafas de colores, y le dijo: —¡Jirafa, tu poema me hizo cosquillas en el corazón! Jacinta parpadeó, emocionada, y respondió: —Eso es lo que hace un poema… No muerde, no pisa, no asusta. Solo acaricia. Desde aquel día, todos los animales venían a escuchar los versos de Jacinta. Y si pasas por la sabana en silencio… verás a una jirafa muy alta, muy feliz, que escribe con ...

la oca loca de Gloria Fuertes

LA OCA LOCA DE GLORIA FUERTES.  La oca loca (Un cuento en verso de Gloria Fuertes) Había una vez una oca, que era un poco loca. No quería estar en el río, ¡decía que hacía frío! Mientras sus amigas nadaban, ella en la hierba jugaba. Se ponía gafas de sol, y decía: "¡Soy un caracol!" Un día se puso una gorra, y se fue a visitar la torre. Subió en ascensor con el gato, que llevaba un zapato barato. —"¿Tú eres oca o payasa?" —le preguntó una urraca con guasa. —"¡Soy una oca distinta!", dijo con voz muy finita. Y al final, ¿sabéis qué pasó? Que a todos su risa contagió. Porque ser raro está bien, ¡si eres feliz también!

JULIA Y EL DRAGÓN QUE NO QUERÍA ASUSTAR.

                      jULIA Y EL DRAGÓN QUE NO QUERÍA ASUSTAR                                    Un cuento del abuelo Pepe dialogando con Julia. —A ver, Julia, escucha este cuento, te va a gustar.  Resulta que hace muchos, muchos días, vivía cerca de un gran río, al lado de tu cole de la Casita, un dragón que no quería asustar a nadie y estaba triste porque se había visto reflejado en el agua y se había asustado. A ese dragón todo el mundo le llamaba  Don Fideo , porque era flaco como un fideo… ¡pero tenía unas alas enormes! Eso sí,  era un dragón que no echaba fuego por la boca,  No.  Don Fideo echaba humo de colores y olía  a galletas de canela. —¿Sabes por qué? mi niña. Porque no se comía a señores gordos, no podía, se atragantaba con la tela de los trajes y se  le estropeaban los diente...

EL CESTO DE LOS SECRETOS de Carmen Martín Gaite.

  EL CESTO DE LOS SECRETOS de Carmen Martín Gaite adaptado por el abuelo Pepe para Julia y Olmo.. 🧺 "El cesto de los secretos" Un juego de acertijos  para niños y niñas curiosos Narrador Había una vez un cesto de mimbre, no muy grande pero tampoco pequeño, que vivía encima del armario en la casa de la abuela Pí. Decían que ese cesto sabía hablar, pero solo en susurros, y que si ponías bien la oreja, te contaba cosas escondidas: acertijos, cuentos chiquitos y secretos de los gatos. Cada día, soltaba uno… ¿Quieres escuchar el primero? 🌟 Acertijo 1: El sol perezoso "Me escondo por la noche y salgo por la mañana, cuando asomas los ojitos y bostezas con desgana. Brillo mucho, pero no quemo tu cama. ¿Qué soy?" Respuesta: El sol. 🐾 Acertijo 2: Patitas de algodón "Camino en silencio, con paso blandito, me gusta el pescado y dormir en el tejado. A veces maúllo, a veces me escondo. ¿Quién soy, chiquitito?" Respuesta: El gato. 🍎 Acertijo ...

LA FAMILIA Y EL DINERO.

  LA FAMILIA Y EL DINERO.                              Un relato de PEPE RAMOS El tren hizo su entrada en la estación de Campo Grande en un día gris que hacía presagiar molestias y  lluvias. Tamara bajó del vagón con desagrado, arrastrando su maleta negra que le hacía pisar con dificultad en el andén. Vestía un traje oscuro y, a su juicio, muy adecuado para un velatorio, inmediatamente divisó junto a la puerta de salida a  Andrés que la esperaba con las manos en los bolsillos del abrigo, la bufanda medio deshecha y un gesto que oscilaba entre el afecto y el compromiso. —Hola, Tamara —dijo él, avanzando un paso y tomando la maleta. —Andrés,- respondió Tamara como por compromiso  con una leve inclinación de cabeza-. Se dieron dos besos en las mejillas. Caminaron juntos, pero no al mismo paso. —Gracias por venir. Mi madre... En fin, le hará bien verte —dijo él, sin mirarla. —Lament...

EL REGALO DEL TIEMPO -Relato para mis nietos-.

  El Regalo del Tiempo                                   Un cuento para Julia y Olmo. Cada mañana, el abuelo Pepe se sienta junto a la ventana del comedor con una taza de café entre las manos. Es su costumbre. Le gusta mirar cómo entra la luz del sol, y ver aparecer sombras con figuras de cosas que antes había en casa y que ahora no están, las gomas de hacer músculos, viejas máquinas de escribir con las que trabajó... A sus años, Pepe no necesita hacer grandes cosas. Las horas no le piden trabajar, ni cumplir horarios, le gusta dejarse llevar por los recuerdos. Frente a él, la mesa está vacía, pero su imaginación le trae el recuerdo de cuando estaba llena de papeles en los que abundaban las frases sueltas que podían valer para el inicio de algún cuento.  Algunas veces se ha dicho a sí mismo que lo hace por necesidad, otras por costumbre, y otras —las más sinceras— para que lo re...

EL PAYASO DEL CUARTO DE ARRIBA

  El Payaso del Cuarto de Arriba                    Un cuento de Pepe RAMOS para sus pequeños nietos Julia y Olmo. Cada mañana, en cuanto se despierta, sin encender la luz del dormitorio para no despertar a su mujer, Pepe se sienta frente al ordenador. La luz de la pantalla es la única lámpara encendida en toda la casa. Solo ha calentado un poco de café del termo de ayer tarde.  Los vecinos lo conocen como "el viejo del segundo", y eso es todo. Nunca sale antes del mediodía. Nunca responde cuando le dejan publicidad bajo la puerta. Pero él no es raro. Su único afán es hacer algo importante. Los textos se acumulan en carpetas con títulos optimistas: Siempre se está al principio... Nada es lo que parece...    Ensayo sobre lo esencial . Nunca le parece que estén perfectamente terminados. A veces, pasa mañanas enteras leyéndolos y tachando y añadiendo y volviendo a releer “¿Para qué?” Otras veces, simplemente los ...

LA CONVERSACIÓN EN LA BARRA DEL BAR

  lA CONVERSACION EN LA BARRA DEL BAR.                                        Un relato de Pepe RAMOS La conversación en la barra del bar, empieza como cualquier otra y acaba como siempre. Jacinto: —Te digo yo que si el dinero europeo era para salvarnos del COVID, debieron invertirlo en aspirinas... porque seguimos con el dolor de cabeza, pero ahora también con fiebre de precios. Manolo: —Bueno, Jacinto, tampoco seamos tan negativos. Al final todo va saliendo... Y yo, sinceramente, seguiré votando al PP. De toda la vida. Gente seria, con valores. Si nos dejan votar, claro. Que con estos tiempos, ya no sabe uno... Jacinto (mirando al techo): —Hombre, Manolo, si nos dejan votar habrá que dar las gracias. Y si no, pues no pasa nada: seguro que lo deciden en una cena de gala entre dos mariscadas y un consejo de administración. Manolo (removiendo el café): —Yo no sé, Jacint...