Jacinta la Jirafa Poeta. Un cuento de Gloria Fuertes Sus amigas le decían: —Jacinta, ven a jugar al escondite. Y ella respondía: —Estoy ocupada rimando “sandía” con “alegría”. Los elefantes reían: —¡Qué jirafa más rara! Pero Jacinta sonreía y seguía escribiendo en hojas de plátano. Un día escribió un poema tan bonito, que hasta las nubes se pararon a escucharlo: “No soy la más rápida, ni la más fuerte, pero mi cuello me sirve para ser más fuerte.” Y entonces, Julia —escucha bien, que esto es secreto—, apareció una niña con gafas de colores, y le dijo: —¡Jirafa, tu poema me hizo cosquillas en el corazón! Jacinta parpadeó, emocionada, y respondió: —Eso es lo que hace un poema… No muerde, no pisa, no asusta. Solo acaricia. Desde aquel día, todos los animales venían a escuchar los versos de Jacinta. Y si pasas por la sabana en silencio… verás a una jirafa muy alta, muy feliz, que escribe con ...