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Mostrando entradas de marzo 30, 2025

MIENTAS ERNESTO SUEÑA

  MIENTRAS ERNESTO SUEÑA Pepe RAMOS Antonio mira a su padre desde el marco de la puerta. Ernesto es un viejo encogido, de manos sarmentosas, se ha quedado dormido en el sillón de orejas, vive en casa de su hijo Antonio desde que se fue ella, está calentito, cubierto con la manta zamorana que le regalaron por su santo, se ha quedado dormido, en los últimos años se queda dormido en cuanto está cómodo, casi siempre, como ahora, con un libro abierto entre las manos, tiene la boca entreabierta  y las viejas  gafas de concha, torcidas, la novela abierta por la mitad, su actividad casi absoluta en los últimos tiempos es leer o  intentar escribir sus recuerdos, aunque nunca lo ha logrado del todo. Antonio sonríe, siempre supo que su padre era un hombre de sueños frustrados, sueños que no logró materializar como  hubiese querido, siempre, se le cruzaban por delante las novelas o los programas de la radio en sus años mozos, cuantas veces les habrá contado historias de j...

¿fue una prueba de amor?

  ¿Una prueba de amor? Pepe Ramos I. Aquella mañana estaba agobiado de trabajo y la llamada de Ramón diciéndome que una vecina se había presentado en el cuartelillo para denunciar   la desaparición de mi madre me hizo sentir mal hijo, se me heló la sangre y   lleno de angustia, recordé las palabras de Juana,   mi mujer, el domingo pasado, cuando regresábamos de comer con ella: “Ojalá me equivoque Andrés y, como tú dices, sean chaladuras mías… pero, he notado a tu madre muy rara, no sé cómo explicarme…yo diría   que algo la   preocupa y no se atreve a contárnoslo…   en dos o tres ocasiones he tenido la impresión de que iba a sincerarse conmigo y, de pronto, tras un suspiro, cambiaba de conversación o se iba a otro lado… ¿por qué no la llamas mañana y pasas a verla?...” Le prometí hacerlo, cambiamos de conversación y lo olvidé por completo. ahora, la llamada de Ramón, aviva mis remordimientos, tenía que haber hecho caso a Juana, ella tiene un s...

LAS PREGUNTAS DE MENDEZ

  Las preguntas de  Méndez Pepe Ramos Después de un montón de noches buscando en todos   los antros, por fin, ¡eureka! Encuentro a la chica de la foto, está aquí, frente a mí, bailando en una jaula adobando los peores instintos de una caterva de babosos. ¿Es lo que estaba esperando? Sí, Méndez, sí, sabes perfectamente que es en estos tugurios de mala muerte donde   suelen terminar las niñas perdidas.   ¿Cuántas ovejas descarriadas has encontrado   por este sistema? Diez, veinte… más, seguramente más. A veces, debes reconocerlo,   te avergüenzas de este oficio de sabueso hurgando en las cloacas, con cuatro copas quisieras volver a sentir el orgullo de ser el hombre cabal que fuiste hasta aquella tarde aciaga en que una bala que nunca debiste haber disparado te dejó sin placa, deshonrado y en la calle. Muchas noches, no todas hay trabajo, te atormenta el recuerdo del compañero muerto… Y es entonces cuando te preguntas si fue intencionado o no...

POR LLEGAR PRONTO A CASA -MICRORRELATO-

  POR LLEGAR PRONTO A CASA –microrrelato- Pepe Ramos   -Por favor, sea breve, -dijo el juez tamborileando sus dedos sobre la mesa. -Verá usted, señoría, no entiendo por qué ese señor… -Concrete,   al decir ese señor ¿se refiere   al fiscal o al difunto?… -… al señor fiscal, señoría, al señor fiscal, no entiendo por qué pide para mí doce años y un día de cárcel si yo… -Usted mató a ese señor ¿o no lo mató? -.Verá usted, señoría, llegué a casa un poco antes de lo habitual y, bueno, el difunto… o sea, el ahora cadáver…   apuntaba a Margarita, con un revólver y yo, instintivamente, le arrojé la cartera de documentos que llevaba en la mano… fue un acto reflejo ¿no habría hecho usted lo mismo? Con tan mala   suerte que le alcanzó en el cuello, cayó sobre la mesa de centro, que es, bueno, era, de cristal… y al caer, se destrozó la cabeza con los cristales mientras el disparo rompía el jarrón chino de la dinastía Min que había en la vitrina… - ¿Re...

QUE ME QUITEN LO BAILAO

  Que me quiten lo bailao. Pepe Ramos     ¿Quién puede creerse que me subí a horcajadas a la barandilla de un quinto piso a tensar las cuerdas de la ropa? Ellos, solo ellos, que están en otra onda. ¡Mira que no darse cuenta de que ese diablo de Rubén me había dejado tocada de ala al marcharse de aquella manera!… Todo el mundo entendió que me había quedado sin ganas de vivir… Y si vas a ver, estaba justificadísimo, porque, desde que murió mi Antonio, no habían entrado en casa más pantalones que los de mi hijo y es más que probable que, conociéndola, Enriqueta temiera por la herencia con la llegada de   ese chico, porque, de la noche a la mañana, me convertí en una mujer coqueta, juguetona, alegre, que amaba la calle, las compras,   vivir la noche… Ese   chico me tenía sorbidito el seso y los chismorreos de las vecinas me hacían gracia. ¡Como que   ponía pimienta a la vida…!Si hasta el señor Andrés me canturreo una mañana, que bajábamos juntos en...

A LA PASCASIA

  Una parodia literaria Ondi jueron los tempus aquellus Que pué que no guelvan                José María Gabriel y Galán Tomando como referencia esos versos. A la Pascasia   Ondi jueron los tempus aquellus Dice don José María Ondi   jueron, Ond´istán Que me miru y no m´encuentru   Ond´istá mi pelambrera Ond´i se jue el garbú aquel. Ond´istará la Pascasia Ond´i se jueron las juergas   Ond´i quedú l´ambrosía,   el jamún y la panceta La Pascasia s´ peinaba Las greñas en la besana.   Y´una tardí alguien nus dejo Que s´escapu un´a mañana. Ond´i se jué la Pascasia Ond´i se jué, Ond´i s´alla.   Tié q´andar… ¡s´ientavia anda! Enrundandu los setienta. Y si s´e sienta y s´e tienta, Enquizá nu encuentrí n´a   D´aquellas jechuras suyas Qu´a tantos fizo folg ar. ¡Ond´istará la Pascasia ¡Recoños!... Ond´istará.   ...

EL PAVO DE NOCHEBUENA -TEATRO EN UN ACTO.

  EL PAVO DE NOCHEBUENA Teatrillo en un acto.   Autor: José-Luis Ramos            PERSONAJES.- CARMELA, la madre, con permanente o moño, vestida elegantemente. TOMASA.- hija de Carmela y Onofre. Entradita en carnes, se mueve con mucho desparpajo y guiña un ojo cuando está nerviosa. ONOFRE.- El padre, vestido modestamente, algo calvo, se mete las manos en los bolsillos de la chaqueta cuando quiere habar con todo ampuloso. PATRO.- La vecina que viene a cenar. Mira todo con mucha curiosidad, se muestra nerviosa, de vez en cuando se fruta las manos. SANCHA.- La criada. Parece siempre asustada.       La escena   Una mesa larga preparada para la cena. Mantel blanco, platos, vasos, etc. Para cuatro comensales. A la izquierda, en una esquina, un árbol de Navidad, puede ser un dibujo. Al fondo, una mesa de centro.   Entran en escena Carmela y Tomasa, hablando con nerviosismo, ...

EL RENTERO -SAINETE EN UN ACTO-

  El rentero     Breve sainete en un acto   José-Luis Ramos Martín             En escena una mesa y algunas sillas. María, una mujer de mediana edad, puede estar haciendo punto o sentada a la mesa leyendo algo, unos segundos de silencio y de pronto, entra en escena corriendo Urbano, el marido, como si le persiguieran.   MARIA.- (Llevándose las manos a la cabeza asustada) Jesús, María y José... ¡Cómo vienes Urbano... ¿Tú te has visto?   URBANO.- (Sentándose en una silla junto a la mesa y bufando). Déjame, María, déjame que estoy... que no respondo de mí... Estaba en el bar con Evaristo, el rentero, charlando amigablemente y de pronto, como por decir algo, me sale con que como le han despedido del trabajo que no cuente con los quinientos de la renta, que como no puede no va a pagarnos la renta, que al que no tiene, el Rey le hace libre y no sé cuantas tonterías más...   Y ya le dije que...