Aquel extraño viaje
Aquel extraño viaje Pepe Ramos El avión despegó del aeropuerto internacional de Barcelona. Los pasajeros, distraídos, se acomodaron con calma en sus asientos. Las azafatas, con una sonrisa automática y vestidas con sus impecables uniformes, acomodaban a los rezagados, mientras se iniciaba la ascensión a un cielo despejado. Durante las primeras horas, todo parecía transcurrir con normalidad. El avión surcaba el aire en una ruta estándar, hacia un destino que estaba en la mente de todos los pasajeros. El sol se filtraba lentamente por las ventanas, la mayor parte de los viajeros dormitaban en sus asientos, algunos con la cabeza reclinada o permanecían absortos en sus móviles, otros hablaban en grupo pendientes de conversaciones intrascendentes. De repente, y sin previo aviso, el cap...