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Mostrando entradas de mayo 19, 2024

¿Qué ocurría en Prosperidad en los años cincuenta?

  ¿Qué ocurría en Prosperidad en los años cincuenta?. Pepe Ramos     Cuando me criaba, allá por la mitad del siglo veinte yo pasaba  todo el santo día de Dios en la calle, envuelto en el polvo durante el verano y en el barro en invierno, los niños de los años cincuenta no teníamos más que imaginación para crear juguetes con lo que había, una caja de cartón y una cuerda era un maravilloso coche, un montón de piedras, se convertía en el más maravilloso campo de fútbol, respirábamos la vida que palpitaba a nuestro alrededor, las ventanas abiertas, las sábanas y mantas en el alfeizar por la mañana  y el escape de la música en la radio que acompañaban, mejor o peor, las mujeres de mi barrio, cantaban junto a Rafael Farina, Antonio Molina o Juanito Valderrama y ese sonsonete nos acompañaba mientras jugábamos a Pico, Zorro, Zaina, al fútbol o a las chapas.  Veíamos natural que   antes del atardecer, Margarita, llamara a   Carlos, Manolo y Tomás...

¿POR QUÉ SE FUE JUAN

  ¿Por qué se fue Juan?   PEPE Ramos      Al entrar Juan en casa vislumbra, tras la oscuridad que ha preparado Marta para ver la televisión como si estuviese en una sala de cine, deja la gabardina en el perchero procurando no hacer ruido y pasa a la cocina, se prepara un café de polvos frío, le refresca del largo viaje en coche. Con la taza en la mano, toma asiento junto a marta y en silencio. Se miran y sonríen, a  los pocos minutos, durante la publicidad, por decir algo, Juan, le da un beso en la mejilla, toma un sorbo de café y comenta, pensando en la trama de la película: —Marta, cariño, ¿Tú serías capaz de mentir para protegerme de un crimen?   Marta, acalorada por lo inesperado de la pregunta, le mira de hito en hito y, con profunda indiferencia, responde:                     — ¿Cometer tú un crimen? ¡Que disparate! un vendedor de lencería fe...

EL VIAJERO

  El viajero                      Pepe Ramos            Yo, estaba convencido de que Marta, cuando me viese aparecer, se ruborizaría recordando momentos de nuestro pasado juntos, pero no. Tras unos instantes de vacilación, con las manos en jarras, me espeto. -       O sea, que el señorito se ha cansado de vagabundear por ahí y como la tonta de Marta sigue bebiendo los vientos por él… -       No mujer, deja que te explique… no tuve alternativa. Me habían reclamado y… como comprenderás… ante eso… -       Te habían reclamado. Bien, pero el teléfono se inventó hace muchos años y tú… -       Claro… tenía que haberte llamado… lo sé… pero ¿qué podía decirte? -       La verdad, por lo general, suele ser lo que m...

APOLTRONAO

  Apoltronao PEPE RAMOS     ¡Que fácil!. Le comento a mi hijo Andrés que me siento solo, que el tiempo parece pararse en el reloj, que el recuerdo me llena de apatía, que no veo la hora de coger la cama cada noche tras mi tazón de valeriana para no seguir rememorando ese tiempo que no sé siquiera si fue o no fue feliz pero que me atormenta como imágenes de una película romántica... Le pregunto si es verdad que su madre era tan hermosa como yo la recuerdo y el muy ladino   dice, sonriendo, que mucho más, que la foto de la boda, no le hace justicia... ¿Será perro el tío? Seguro que se burla de mi ansiedad, que el poco tiempo que pasa conmigo   se le hace   cuesta arriba, que si viene, es   por   alguna promesa que le hizo a su madre y que es por eso por lo que le cuesta tanto soportar mis cosas. Últimamente le ha dado por decirme frases de un tal Facundo ¡vaya nombre que se gastaba el tío!, Facundo, como el tonto de Montejo... Aqu...

LA VIDA NOS ACHICA EL ALMA.

  P e p e    R a m o s Y yo, no sé por qué, me he puesto a pensar en mis sueños de niño, en mis esperanzas de niño, en cómo veía el mundo desde mi altura de siete u ocho años, hacía arriba, y veía a los mayores, fuertes, alegres, o flojitos y enfadados, pero solo un ratito, mientras yo los miraba, luego eran otra cosa, el alegre, el que yo veía alegre y fuerte, infinito a mis ojos, era celoso y de corazón negro como el azabache, pero eso, en su casa, y yo no lo sabía, ¿es que me engañaba? No, es que lo miraba con mi alma de niño, ese alma de niño que solo veía todas las cosas bonitas, a mis ojos de entonces la gente era buena, y una sonrisa de mi mamá, valía más que un fin de semana en el campo o una tortilla de espárragos. Y ahora, ahora todo es distinto, el mundo, los hombres, las gentes, todo ha perdido esa gracia, ese encanto, pero no, me equívoco, el encanto, la gracia, la alegría de mis ojos, la que hacía todas las cosas bellas, esa, la de mi infancia, la perdí en e...

EL SASTRECILLO VALIENTE EN EL REINO DE PETULANCIA

  EL SASTRECILLO VALIENTE   en el REINO DE PETULANCIA.                                        Pepe Ramos. En el reino de PETULANCIA reinaba el rey Gerardo, que era un gran cascarrabias, vivía siempre enfadado y era muy tacaño, pero un día se despertó de muy buen humor, llamó a sus sirvientes y les exigió que llamaran a Pedro, el más famiso sastre de su reino para que le hiciese un traje digno de su real persona. Pedro recibió el encargo con mucha alegría aunque temía que no fuese a pagarle pero, el honor de hacer un traje al rey le llenó de orgullo y se presentó en palacio dispuesto a atender a su soberano. Iba a hacer el traje más maravilloso que se hubiese conocido nunca para que luciese en el banquete real. El ogro Oscar se enteró de que iba a celebrarse un banquete real en el pa...

Y ENCIMA, ME DENUNCIA

  PEPE RAMOS   Me lo dice otro y no me lo creo, ¡es de locos!, quieres creer que después de todos los desastres con los que nos deprimen las televisiones, los periódicos y hasta el cine, la gente corriente no puede aspirar a que la dejen, no ya ser feliz, tampoco es cosa de pedir gollerías, pero, al menos,  vivir en paz, pues no. Siempre tiene que haber algo,  o alguien, que joda a la marrana y nos hunda. Siempre. ¿Qué por qué digo esto? Muy sencillo, Maruja y yo veníamos de pasar quince días en la playa, Maruja es mi mujer, rubia, gordita, sesenta y… para los vecinos, una “chica” de muy buen ver, como   dice el tontolaba de Nando,   el viudo del tercero, que siempre está con el sonsonete de que es nuestro mejor amigo y no pierde ocasión de meterse en casa con cualquier excusa, o sin ella y, casi siempre a la hora de comer. Pues eso, que veníamos   de la playa más que hartos de tren y, al abrir la puerta, descubro, sorprendidísimo, la luz del...

LAS AMIGAS

  Las amigas   Pepe Ramos                Creo recordar, aunque no estoy segura, que estaba en la cocina troceando un pollo cuando entró Tomás como un toro, echando berrón por la boca, que si me habían visto con… no sé que nombre dijo, no quería entrar al trapo, bastante tenía con lo mío, por eso no le contesté, bueno, por eso y porque venía como una cuba.             El caso es que cuando quise darme cuenta lo tenía encima… y yo, con el cuchillo en la mano… ¡Bien sabe Dios que si no se hubiese abalanzado sobre mí no habría ocurrido nada.             Otras veces, cuando venía faltón, yo, ni palabra, al rato, se cansaba y se iba a la cama y todo quedaba en un café con sal y unos días de morros… En ocasiones, no siempre, en un paseo y san se acabó.         ...

LA VISITA DE LOS HIJOS

                         LA VISITA DE LOS HIJOS                                                                                                                                                      Pepe RAMOS Los tres  coches enfilaban calle arriba hacía la carretera general, fue Candelas la única que se despidió tirándome un beso con la mano abierta mientras Lola, su hija, se entretenía con la  NINTENDO sin mirar a nadie. Dentro, con su eterna sonrisa, Rocío...