DISPUTA EN LOS JARDINES DE VERSALLES.

 Fábula  Disputa en los Jardines de Versalles.


En un rincón de los jardines de Versalles, tres flores se reunieron para hablar de lo que más les importaba: su belleza. La rosa de Jericó, la Orquídea y la Hortensia.


—Dicen que yo, la Rosa de Jericó, soy la flor del desierto, capaz de renacer después de la muerte. ¿No es acaso la verdadera belleza aquella que sobrevive al tiempo y a la sequía?


—La Orquidea respondió, tu fuerza es admirable, Rosa de Jericó, pero la belleza también está en la elegancia. Mis pétalos son finos y delicados, cada uno con un dibujo diferente y único. Mi hermosura no necesita resistir, ya es perfecta en sí misma.


—Interviene la Hortensia en la disputa y con cierta ironía dice: Ambas habláis de vosotras mismas con vanidad y orgullo, pero miradme a mí. Mis flores cambian de color según la tierra que me alimenta: puedo ser azul o rosa, incluso puedo ser blanca. ¿No es más bella la que puede transformarse sin perder su esencia?


—Tú cambias, Hortensia, dice la Rosa de Jericó, pero yo renazco. Cuando todo parece perdido, cuando ya nadie me espera, vuelvo a florecer.


—La Orquidea, un poco molesta por tanta vanidad dice: Yo, queridas, sin cambiar ni morir, me mantengo bella y elegante todo el año. ¿No es mejor permanecer siempre tan bella?

El viento, que había escuchado la discusión, suspiró y dijo:

—No hay una flor más bella que otra, puras sois a vuestra manera: la Rosa de Jericó en su resistencia, la Orquídea en su elegancia y la Hortensia en su cambio. La belleza no se disputa, se comparte.

Y la MORALEJA está en que:
Cada ser tiene su propia forma de hermosura; compararse solo marchita el alma. Hay que quererse a sí mismo tal como es.

Comentarios

Entradas populares