EL PAVO DE NOCHEBUENA
EL PAVO DE NOCHEBUENA
Teatrillo en un acto.
Autor: José-Luis Ramos
PERSONAJES.-
CARMELA, la madre, con permanente o moño, vestida elegantemente.
TOMASA.- hija de Carmela y Onofre. Entradita en carnes, se mueve con mucho desparpajo y guiña un ojo cuando está nerviosa.
ONOFRE.- El padre, vestido modestamente, algo calvo, se mete las manos en los bolsillos de la chaqueta cuando quiere habar con todo ampuloso.
PATRO.- La vecina que viene a cenar. Mira todo con mucha curiosidad, se muestra nerviosa, de vez en cuando se fruta las manos.
SANCHA.- La criada. Parece siempre asustada.
La escena
Una mesa larga preparada para la cena. Mantel blanco, platos, vasos, etc. Para cuatro comensales. A la izquierda, en una esquina, un árbol de Navidad, puede ser un dibujo. Al fondo, una mesa de centro.
Entran en escena Carmela y Tomasa, hablando con nerviosismo, se dirigen a la mesa y mientras hablan van colocando las cosas.
CARMELA ( Con genio) Te lo tengo dicho mil veces, hija, mil veces, no sé dónde tienes las entendederas, ha sido cosa de tu padre, que si la pobre Patro está sola, que si como vamos a consentir que en Nochebuena tenga que cenar sola...
TOMASA.- (Irritada). Muy sencillo madre, muy sencillo, que se acerque donde su Emeterio con la bolsa de la cena y allí, cómodamente cenan, vigilan la obra y se vuelve o se quedan “acurrucaos” y santas pascuas... nunca mejor dicho... ¿tengo razón o no tengo razón?.
CARMELA.- Eso mismo, tal cual, le dije yo, que esta no es noche para andar de visiteos pero ¿sabes que me contestó?. Que sí, que claro... que si no hay entrañas, todo está bien, pero que a él no le iba a sentar bien el pavo pensando que la pobre Patro estaba sola en casa en una noche así y como nosotros...
TOMASA (en el mismo tono de enfado) Y como nosotros sí tenemos entrañas pues, a geringarse y a soportar los cotilleos de todo el barrio... porque, esa es otra... Esa buena señora no deja títere con cabeza, como la coja con uno... ya puedes pedir confesión...
CARMELA.- Vaya, mujer, no será para tanto... pobre Patro... algo lenguaraz si que es la pobre pero de ahí a...
TOMASA.- La mejor sastra, madre, la mejor, a “tol” mundo le tiene cortao por lo menos un traje... y se los queda... ¡que esa es otra!...
CARMELA.- Bueno hija, bueno, no será para tanto... que tú... te pones a exagerar y pareces talmente una andaluza... anda, llama a tu padre, que esto ya está... y a ver si podemos tener la fiesta en paz.
Cuando sale Tomasa CARMELA se arrellana en la presidencia de la mesa, sonríe y permanece así, contemplándolo todo unos segundos, después aparecen ONOFRE, del brazo de Tomasa, que entra con el ceño fruncido.
ONOFRE.- Bueno, dice Sancha que el pavo está en su punto -, se acerca a su mujer e intenta darle un beso en la mejilla- Feliz Nochebuena, querida... ( Carmela le aparta sin contemplaciones)
CARMELA.- (Enfadada) Solo faltaría... arrumacos a mí después de la que has preparao invitando a Patro a cenar...
ONOFRE.- Bueno, mujer, no es para tanto... la pobre... sola en casa... me pareció...
CARMELA.- ¡A ti no tiene que parecerte nada... ¡ y menos sin contar conmigo... (con gesto de desprecio) ¡Abrase visto el mendrugo este!.
Llaman a la puerta y aparecen en escena SANCHA, la criada, con mandil sucio y zapatillas y PATRO vestida de negro con un adorno en el pelo llevando una caja en las manos.
SANCHA.- La señora Patro... que dice que “ustés” la han convidao a cenar...
ONOFRE.- Buenas noches Patro, ¿Por qué se ha molestao en traer nada...
Sancha sale de escena.
PATRO.- (hablando muy deprisa) Pos verá usté señor ONOFRE... mi marido y yo misma hemos pensao que... como son ustés de la cáscara amarga y tal... pos que no estará de más, aunque solo sea esta noche, que tengan el Misterio, porque, lo que dice mi Eme...
CARMELA (Con retintín) Su Eme puede decir, en su casa, bien entendido, -Remarcando las sílabas) EN SU CASA lo que guste pero... ¡Que descaro! Venirnos con que si la cáscara es amarga o dulce.. cuando la hemos invitao a cenar porque nos daba pena que se quedase en casa muerta de asco... ¡Abrase visto descaro!. Pos solo faltaría... (Señalándola con el dedo) Sientese si gusta y tengamos la fiesta en paz... mi marido la ha invitao, pues eso, que el caritativo de mi marido se siente a su lao, pá ver que es eso de la cáscara y la macedonia... ¡no te jeringa la señá sabihonda está pos no dice que somos...!
ONOFRE.- Calma, Carmela, no te sulfures... Patro solo quería decir que... bueno, supongo que quería decir que... Vamos que...
CARMELA.- ¿Cuántas veces te tengo dicho que cuando no se tiene nada que decir se calla uno la boca?... Ella ha dicho lo que quería decir y yo estoy en mi derecho de calmarme o no, porque cuando vienen a casa de una a insultarla, (Con retintín) ¿sabes una cosa, querido? a mí no me parece que sea de gente que está en sus cabales presentarse en casa de otro con esas infulas y ponerte encima de chupa de dómine... y no hablemos más del caso que me da jaqueca y ya sabes lo que hay cuando a mí me da la jaqueca...
PATRO.- (Disculpándose). No sé, yo solo quería decir que les he traído... por la atención... El misterio... seguro que ahí mismo, en esa mesita... quedará mucho mejor que ese... árbol de los paganos esos... y luego, si se tercia, podremos cantar algún villancico... yo me sé unos pocos porque, saben ustés, en casa de mi padre, ¡que gloria haya...!
TOMASA.- Ya, ya, que en casa de su padre ponían el nacimiento... con musgo y todo, que nosotros somos unos... eso ya lo dijo antes, no cargue usté la suerte señá Patro, ¡por lo que más quiera!... que no está el horno pa bollos!
Onofre toma la caja que le tiende Patro, saca las figuras y con parsimonia las va colocando sobre la mesa de centro mientras las tres mujeres se observan con cara de pocos amigos. Una vez que están las figuras colocadas se vuelve hacía ellas y dice sonriente.
ONOFRE.- Vaya, pues ya está, ahora podemos celebrar la Nochebuena con Misterio y todo... Supongo que pareceremos una familia menos... ¿cómo dijo usted Patro?...
PATRO hace intención de darse la vuelta y salir de allí pero Carmela la toma por el brazo y la acompaña a la mesa.
CARMELA.- Usté se sienta, mi marido la ha invitado a cenar, y usté se sienta a la mesa y ya verá usté si somos o no somos... eso... lo que ha dicho.
Se oye un estrépito de platos rotos y Sancha entra llorando en escena.
SANCHA.- Señora... que el pavo... que el pavo... –arranca a llorar- que tos los vasos, los platos, la fuente, los trozos de pavo... to, to, anda por los suelos... Que se me cayó la fuente señora, se lo juro... que yo no quería... ¡Qué hago!.
ONOFRE.- ¡Que vas a hacer alma de cántaro!. Limpiar la cocina y preparar unos huevos fritos, una ensalada y los dulces... porque, ¿digo yo que los dulces no se te habrán caído también?...
SANCHA.- No señor, no, los dulces están tan frescos en el vasar, sabe usté, ...
CARMELA.- Ya has oído al señor, Sancha, (armándose de paciencia) ya has oído al señor... prepara unos huevos fritos... una ensalada y... procura que eso no se te caiga... ¡Por Dios!.
SANCHA.- (Sofocada) Sí señora sí, ahora mismo voy... y dígame señora, los huevos los quieres ustés con puntillas o sin puntillas...
TOMASA..- Bueno, ¡esto sí que es el colmo!... Como te salgan, Sancha, como te salgan... Anda papá, saca la zambomba y vamos a cantar unos villancicos... a ver si convencemos a la señora Patro de que nuestra cáscara no es amarga.
ONOFRE sale un momento y aparece con pandereta, una botella de anís y un tenedor, viene rascando la botella mientras desde control se introduce la música de un villancico que cantan todos desentonando mucho frente al Misterio.
Fin
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