EL TIEMPO... ¡TODO SE HIZO NADA!

EL TIEMPO...¿TODO SE HIZO NADA! 

   

Lo decía Gloria Fuertes y con toda razón. "La gente corre tanto porque no sabe a dónde va".

    Eso es lo que nos pasa, y luego nos sorprende que, llegando a cierta edad, miremos para atrás y no veamos nada, todo por lo que hemos luchado dejando el resuello cada día, no está, no aparece por ningún sitio.

¿Qué quedó de las carreras, al salir del trabajo, para la reunión de las nueve de la noche en el colegio de mis hijas?

¿Qué se acordó allí? ¿Dónde está el resultado de tantas discusiones acaloradas por la Ley de Educación, la ayuda que no llega para sufragar los gastos de...?

Todo eso es nada, menos aún, hasta me  queda la duda de que existieran alguna vez.

 Estoy pensando en aquellos tiempos y descubro que solo valían para hacer frente a unas determinadas ideas que ya ni recuerdas.

Ves a aquellos jovencitos que se acaloraban en la redacción de unos temas a debatir en el AMPA y ahora son, lo mismo que tú, viejecitos, y descubres, con sorpresa, que algunos ya se fueron y nadie tuvo la amabilidad de contártelo, y todo ¿para qué?

"Para que tus hijas tuviesen derechos, estudios, principios, criterios y un centro en el  que formarse para un  futuro que está por venir"

¡"Ni tú te lo crees!, hoy, ni siquiera recuerdas cómo se llamaba aquel de las gafas y perilla larga que parecía un chivo y al que todos escuchaban proclamar las leyes, los textos, los cambios...  y ahora, sabes perfectamente que todo era un montón de palabras sin sentido que rebatía otro individuo semejante en el colegio público más próximo porque  todo es cuestión de ideologías y para él lo que decíamos nosotros no eran más que mentiras, patrañas... Y de todo aquello ya no queda nada... "

¿Entonces?

Pues eso, que hay que vivir con calma,  no acalorarse, dejar que pasen las cosas y que los principios, las razones, los postulados, con el tiempo, como el periódico de la semana pasada, queda para que lo pisen los que madrugan y  van corriendo como en estampida...

 Déjalos que corran, que vengan y vayan, que se queden tiesos de tanta escalada, cuando pase el tiempo, cuando se hagan viejos, quizá se den cuenta que de todo aquello ya no queda nada, ni bueno, ni malo. Todo se hizo nada.